El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, envió al gobierno y pueblo de los Estados Unidos “las más sentidas condolencias del pueblo y gobierno cubanos” por el atentado contra un bar en la ciudad de Orlando que dejó un saldo de 50 muertos y 53 heridos.
Raúl reiteró el rechazo de Cuba a todo “acto de terrorismo o de odio en cualquier lugar”.
A continuacón reproducimos le mensaje del presidente cubano, que va dirigido a su homólogo Barack Obama:
La Habana, 13 de junio de 2016 Señor Presidente:
Con profunda consternación conocimos del ataque ocurrido contra un centro nocturno en la ciudad de Orlando, Florida, que causó lamentables pérdidas humanas y decenas de heridos.
Hago llegar al gobierno y pueblo de los Estados Unidos, en particular a las personas afectadas por esta tragedia y a los familiares de las víctimas, las más sentidas condolencias del pueblo y gobierno cubanos.
Le reitero que Cuba rechaza y condena inequívocamente todo acto de terrorismo o de odio en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia y cualesquiera que sean las motivaciones que se aleguen para ello.
Tomado de Cubadebate
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Yo también cultivo una rosa blanca, Sr. Obama: pero no olvido las miles de víctimas cubanas por el terrorismo de EEUU
Política
Martes, 29 de Marzo de 2016
Daniel Chavarría* – Cubadebate.- Sí, señor Obama, yo también cultivo una rosa blanca. Por eso me permito recordarle una frase pronunciada por nuestro José Martí dentro de los EE. UU.: Para Cuba que sufre, la primera palabra. Para Cuba que sufre un genocida bloqueo global, en violación de sus más elementales derechos humanos.
Para Cuba que sufre la usurpación, ilegal, inmoral, injusta, y que su gobierno pretende infinita, de una parte de su territorio en la bahía de Guantánamo, donde ustedes mantienen una base naval que han reconocido inoperante en términos militares estratégicos y que seguramente por eso utilizan como centro de torturas.
Para Cuba que sufre el dolor de haber visto muertos o mutilados a miles de sus hijos en virtud de los actos terroristas que se han cometido contra nosotros, al amparo de su país.
Para Cuba que sufre la carencia de medicinas y equipos especializados para los más débiles de sus hijos: niños con cáncer, por ejemplo.
Para Cuba que sufre la permanente agresión mediática de una emisora radiotelevisiva, financiada por el Estado Norteamericano, es decir, por su población contributente; y para colmo, a ese engendro perverso, han tenido el ignominioso desparpajo de darle el nombre de nuestro Apóstol.
Sí, señor Obama; para Cuba que sufre, la primera palabra.
* Escritor uruguayo residente en Cuba desde hace décadas. A la derecha de la foto.
El hermano Obama
Artículo de Fidel Castro Ruz
No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta
28 de marzo de 2016 01:03:16
Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.
El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna.
Ya que me vi obligado a mencionar el tema, debo añadir, principalmente para los jóvenes, que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana. No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en afirmar que no estamos suficientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desafían. Lo primero a tomar en cuenta es que nuestras vidas son una fracción histórica de segundo, que hay que compartir además con las necesidades vitales de todo ser humano. Una de las características de este es la tendencia a la sobrevaloración de su papel, lo cual contrasta por otro lado con el número extraordinario de personas que encarnan los sueños más elevados.
Nadie, sin embargo, es bueno o es malo por sí mismo. Ninguno de nosotros está diseñado para el papel que debe asumir en la sociedad revolucionaria. En parte, los cubanos tuvimos el privilegio de contar con el ejemplo de José Martí. Me pregunto incluso si tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar. Alguien arrancó algunas hojas de su diario. ¿Quién cargó con esa pérfida culpa, que fue sin duda obra de algún intrigante inescrupuloso? Se conocen diferencias entre los Jefes, pero jamás indisciplinas. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo. Se reconoce igualmente en Máximo Gómez, el jefe militar más disciplinado y discreto de nuestra historia.
Mirándolo desde otro ángulo, cómo no admirarse de la indignación de Bonifacio Byrne cuando, desde la distante embarcación que lo traía de regreso a Cuba, al divisar otra bandera junto a la de la estrella solitaria, declaró: “Mi bandera es aquella que no ha sido jamás mercenaria…”, para añadir de inmediato una de las más bellas frases que escuché nunca: “Si deshecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día… ¡nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavía!…”. Tampoco olvidaré las encendidas palabras de Camilo Cienfuegos aquella noche, cuando a varias decenas de metros bazucas y ametralladoras de origen norteamericano, en manos contrarrevolucionarias, apuntaban hacia la terraza donde estábamos parados. Obama había nacido en agosto de 1961, como él mismo explicó. Más de medio siglo transcurriría desde aquel momento.
Veamos sin embargo cómo piensa hoy nuestro ilustre visitante:
“Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano”.
De inmediato un diluvio de conceptos, enteramente novedosos para la mayoría de nosotros:
“Ambos vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos”. Prosiguió el Presidente norteamericano. “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas”.
Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana. Esta pasaría a la historia por la batalla que libró en Angola contra el apartheid, poniendo fin a la presencia de armas nucleares en un continente de más de mil millones de habitantes. No era ese el objetivo de nuestra solidaridad, sino ayudar a los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y otros del dominio colonial fascista de Portugal.
En 1961, apenas un año y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país. Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario. Aviones yankis de combate fueron presentados ante Naciones Unidas como equipos cubanos sublevados.
Es de sobra conocida la experiencia militar y el poderío de ese país. En África creyeron igualmente que la Cuba revolucionaria sería puesta fácilmente fuera de combate. El ataque por el Sur de Angola por parte de las brigadas motorizadas de Sudáfrica racista los lleva hasta las proximidades de Luanda, la capital de este país. Ahí se inicia una lucha que se prolongó no menos de 15 años. No hablaría siquiera de esto, a menos que tuviera el deber elemental de responder al discurso de Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
No intentaré tampoco dar detalles, solo enfatizar que allí se escribió una página honrosa de la lucha por la liberación del ser humano. De cierta forma yo deseaba que la conducta de Obama fuese correcta. Su origen humilde y su inteligencia natural eran evidentes. Mandela estaba preso de por vida y se había convertido en un gigante de la lucha por la dignidad humana. Un día llegó a mis manos una copia del libro en que se narra parte de la vida de Mandela y ¡oh, sorpresa!: estaba prologado por Barack Obama. Lo ojeé rápidamente. Era increíble el tamaño de la minúscula letra de Mandela precisando datos. Vale la pena haber conocido hombres como aquel.
Sobre el episodio de Sudáfrica debo señalar otra experiencia. Yo estaba realmente interesado en conocer más detalles sobre la forma en que los sudafricanos habían adquirido las armas nucleares. Solo tenía la información muy precisa de que no pasaban de 10 o 12 bombas. Una fuente segura sería el profesor e investigador Piero Gleijeses, quien había redactado el texto de “Misiones en conflicto: La Habana, Washington y África 1959-1976”; un trabajo excelente. Yo sabía que él era la fuente más segura de lo ocurrido y así se lo comuniqué; me respondió que él no había hablado más del asunto, porque en el texto había respondido a las preguntas del compañero Jorge Risquet, quien había sido embajador o colaborador cubano en Angola, muy amigo suyo. Localicé a Risquet; ya en otras importantes ocupaciones estaba terminando un curso del que le faltaban varias semanas. Esa tarea coincidió con un viaje bastante reciente de Piero a nuestro país; le había advertido a este que Risquet tenía ya algunos años y su salud no era óptima. A los pocos días ocurrió lo que yo temía. Risquet empeoró y falleció. Cuando Piero llegó no había nada que hacer excepto promesas, pero ya yo había logrado información sobre lo que se relacionaba con esa arma y la ayuda que Sudáfrica racista había recibido de Reagan e Israel.
No sé qué tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada. Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana.
Hay una cuestión importante:
Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”.
Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?
Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.
Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.
Fidel Castro Ruz
Marzo 27 de 2016
10 y 25 p.m.
Carta de un joven cubano al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Por: Julio Alejandro Gómez Pereda./ Autor blog Palabras entre el Café
22 de Marzo de 2016.
La Habana, Cuba
Sr. Presidente:
Hace apenas unas horas, tuve la oportunidad de escuchar su discurso de manera íntegra por nuestros canales de televisión nacional, y debo reconocer, que son precisamente sus palabras las que motivaron esta carta que ahora, luego de reflexionar sobre lo que ha dicho, me dispongo a escribirle.
Le hablo desde el respeto que siente un joven cubano, por un hombre que ha sido capaz de cambiar la historia de su país, en cuanto a política exterior hacia Cuba se trata, ese será un mérito indeleble durante toda su vida, y lo mejor, es que será un mérito alcanzado multilateralmente.
Me complace mucho que esta nueva etapa, se esté abriendo en nuestros países cuando en Cuba, aún contamos con la Dirección Histórica de la Revolución, pues debería saber, que de no ser así, este proceso sería mucho más complicado para Estados Unidos, pues los cubanos seríamos aún más recelosos.
Quisiera referirme a algunos aspectos del discurso que usted pronunciara hace pocos momentos en el Gran Teatro de la Habana “Alicia Alonso”:
El pueblo de Cuba, ha marcado siempre una diferencia con el resto del mundo en el tratamiento de sus enemigos, el fragmento del poema Martiano que usted mencionaba es prueba de ello, pero también lo es la conducta del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de nuestro General de Ejército Raúl Castro Ruz, del Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara y del inmortal Señor de la Vanguardia Camilo Cienfuegos Gorriarán, quienes brindaron atención médica, respetaron moral y físicamente a los oficiales y soldados del ejército del dictador Fulgencio Batista, durante la guerra que condujo al triunfo Revolucionario, por lo tanto, no es una conducta nueva en Cuba el respeto a sus contrarios, sino que es una característica natural de nuestro pueblo.
Veo con beneplácito que usted, luego de más de medio siglo de férreas contradicciones, exprese hoy en mi país, que la gobernabilidad de Cuba, es un asunto de Cuba y que Estados Unidos nada tiene que hacer al respecto, y espero que no sean solo palabras y que los fondos de su Congreso, destinado a la subversión interna en la Isla, dejen de ser aprobados, que la NED y la USAID, dejen de promover programas contra la independencia y autodeterminación de Cuba y permitan realmente, que la voluntad del pueblo cubano imponga los cambios que necesitamos y en los que – por demás – ya estamos inmersos.
Su historia personal, su padre emigrante, su madre de pocos recursos y su posición actual, es indiscutiblemente una muestra de su sacrificio personal, de su voluntad de salir adelante, pero tristemente, no es la historia de la mayoría de los hombres que como usted han crecido en Estados Unidos. Yo, en lo personal, conozco muchos más hombres negros asesinados en Estados Unidos, que inmersos – de forma triunfante – en la política de su país.
Cuba es una nación de oportunidades iguales, sin exclusiones sociales, y que como bien usted ha señalado, permite y fomenta una educación igual para niños y niñas, no importa el color de su piel, o la religión e ideología de sus padres, por lo tanto, nuestros niños pueden construir un futuro con las mismas posibilidades y también el esfuerzo individual será determinante en la consecución de sus objetivos, la diferencia está en que la colectividad, la sociedad, fomenta de igual forma estas conductas y respaldas las políticas estatales al respecto.
Usted mencionaba el fin de la Guerra Fría, pero me preocupa que la existencia de naciones socialistas o progresistas en América Latina, se conviertan en el nuevo “bloque” de contradicciones, el caso de Venezuela es uno de los asuntos que ejemplifican esto que menciono y siento que Estados Unidos podría cometer el error de enterrar esa macabra etapa histórica y hacer nacer una nueva, con las mismas intenciones, pero con diferentes o mutados métodos, lo que sería nefasto para nuestros pueblos.
Quiero expresarle desde mi juventud, que considero a mi tierra como un país de Democracia, un país dónde los obreros no solo tienen voz y voto, sino que representan la mayoría y hacia ellos van dirigida las políticas de la Revolución, porque son los obreros, los campesinos, y nosotros los jóvenes el objetivo principal de la política cubana, del desarrollo social, económico y cultural, y vivo además de seguro, plenamente orgulloso de esto.
Usted mencionó que nuestras potencialidades están en nuestra capacidad de creación y estoy de acuerdo, y también mencionó nuestra capacidad de conmover al mundo, y ahí quería hacer un breve alto. Cuba no solo conmueve al mundo, sino que ha sido capaz de movilizarlo desde 1959, y es esa movilización, precisamente la que ha hecho que usted esté cambiando su política exterior hacia nuestro país, porque los pueblos se han aliado a Cuba, los gobernantes de América Latina han cambiado y Estados Unidos fue quedándose solo poco a poco.
Sabemos que nuestra sociedad es imperfecta, que debemos trabajar en aspectos que usted ha señalado y en otros muchos que usted ni imagina, precisamente porque somos una sociedad perfectible, pero tenemos cosas Sr. Presidente, que brillan por encima de nuestros defectos, y como también dijo José Martí: “El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.”
Usted hace continua referencia a la necesidad de dejar el pasado. Cuba no puede olvidar el pasado, porque el pasado no es un lastre, es un recuerdo, es un impulso y es nuestra esencia. Cuba puede en virtud del futuro, sentarse en cualquier mesa a hablar de cualquier tema, pero los interlocutores deben ser hombres buenos, aún cuando sean de ideologías distintas, no pueden ser hombres sin decoro, sin honor y sin orgullo patrio, los cubanos, precisamente por la historia, no hablamos con mercenarios o apátridas que dan la espalda a su pueblo en virtud de un interés personal. La individualidad es respetada en mi patria, pero como aprendí desde niño: Los intereses colectivos, están por encima de los intereses personales.
Quiero concluir, agradeciendo una vez más su visita, su honestidad y la simpatía mostrada a nuestro pueblo, pero sería deshonesto conmigo si dejo de incluir en estas letras, mi valoración sobre una frase suya dirigida al General de Ejército cuando dijo: “No necesita tener miedo a una amenaza de Estados Unidos”. Sr. Presidente Barack Obama, Cuba no ha tenido ni tiene ningún miedo, la Revolución ha enfrentado las agresiones de su país durante siglos sin cobardía, hoy encaramos la convivencia pacífica con respeto y diplomacia, pero el futuro no nos asusta, Estados Unidos, no nos da miedo, a fin de cuentas éste sigue siendo un pueblo de Patria o Muerte.
Reciba un cordial saludo de éste joven cubano.
Julio Alejandro Gómez Pereda.
ESTADOS UNIDOS Y EL CUENTO DE LOS DERECHOS HUMANOS
¿PORQUE #EEUU UTILIZA EL TEMA DE LOS #DERECHOSHUMANOS PARA INTERVENIR EN LOS ASUNTOS INTERNOS DE OTROS PAÍSES?
El tema de los derechos humanos es clave en la estrategia de EEUU para doblegar a otros países, al punto de que EEUU ha creado un serie de #ONGs que supuestamente vigilan los derechos humanos en todo el mundo.
Los derechos humanos es uno de los temas favoritos que EEUU utiliza ya que es un tema altamente sensible y además es un problema que siempre va ha estar presente en cualquier país del mundo independientemente de que tanto se esfuercen los gobiernos por mejorar las condiciones de derechos humanos en sus respectivos países, con mayor o menor intensidad siempre existirán violaciones a los derechos humanos. La clave de como EEUU utiliza el tema de los derechos humanos está en que tan visibles ante el mundo son las violaciones de los derechos humanos en los diversos países, y para esto EEUU cuenta con una gigantesca y bien organizada infraestructura mediática que se encarga de mostrar u ocultar los hechos de violaciones de derechos humanos según sus propias conveniencias.
La gran mayoría de los medios de comunicación del mundo están controlados por las elites del poder internacional. Los medios de comunicación son los que dirigen la atención del público hacia el objetivo a atacar con en tema de los derechos humanos mientras que las ONGs de derechos humanos son las que generan el material para los medios de comunicación.
Se trata de un mecanismo de ataque combinado entre políticos, medios de comunicación, y ONGs. Los medios de comunicación y los políticos le dan a las ONGs legitimidad al hacerse eco constantemente de los informes que presentan las ONGs, además con los años las ONGs han adquirido mucho prestigio especialmente en EEUU y Europa ya que los medios de comunicación y los políticos siempre presentan los informes de las ONGs como los mejores y más confiables.
El problema de la violación de los derechos humanos es un problema que siempre va ha estar presente en todos los países del mundo, pero la visibilidad del problema dependerá de los medios de comunicación, si los medios de comunicación quieren atacar a un gobierno determinado lo que hacen es incrementar las publicaciones de violaciones de derechos humanos en el país objetivo, las ONGs también incrementan sus denuncias de violaciones de derechos humanos en el país al que se quieren atacar, igualmente los políticos se valen de las denuncias para atacar al gobierno que previamente acordaron atacar.
El tema de los derecho humanos al ser tan sensible es el que más indignación causa en el público y si los medios de comunicación le remachan permanente provoca en el público mucha indignación al punto de que la gente puede llegar a pedir que alguien haga algo para solucionarlo, al ver en los noticiero todos los días las mismas noticias sobre violaciones de derechos humanos en Cuba o en Venezuela la mente satura y el individuo reacciona con rabia e indignación pero al mismo tiempo con impotencia al ser incapaz de hacer algo por solucionar el problema. En este punto el individuo está preparado para aceptar cualquier cosa que EEUU proponga para solucionar el problema, incluso si se trata de una intervención militar, o las bien conocidas sanciones económicas.
La intensidad de las publicaciones de denuncias de los medios de comunicación es un elemento clave en la estrategia intervencionista de EEUU. En España por ejemplo se producen a diario graves hechos de corrupción y de violación de los derechos humanos que si aparecen en algunos medios de comunicación españoles pero que no aparecen en los medios de comunicación de EEUU y Europa excepto algunos resúmenes que esporádicamente publican los medios de comunicación, en Colombia reaparecieron los paramilitares y solamente durante último mes han asesinado a 30 líderes políticos y comunitarios pero los medios de comunicación no han publicado ni un artículo sobre el tema, en cambio sobre Venezuela o Cuba por ejemplo aparecen a diario noticias detalladas sobre presos políticos, delincuencia, escasez de productos, problemas económicos, corrupción, etc. Es un proceso premeditado de lavado de cerebro, un mecanismo de acondicionamiento del individuo para prepararlo para que acepte ayuda o pida auxilio para que alguien haga algo para solucionar el problema.