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Guiteras y Aponte simbolizan la unidad y solidaridad entre Cuba y Venezuela

Morillo
Aniversario 81 de los sucesos de El Morrillo
Matanceros de distintas ge­­neraciones, rindieron tributo este viernes a Antonio Guiteras y al venezolano Carlos Aponte en el aniversario 81 de su caída en combate
Autor: Ventura de Jesús | corresponsales@granma.cu
6 de mayo de 2016 23:05:20
En la ceremonia se le entregó la medalla Carlos J. Finlay al licenciado en Enfermería José Caballero Vento, quien combatiera la epidemia del ébola en África. Foto: del autor
MATANZAS.—Matanceros de distintas ge­­neraciones, básicamente jóvenes, rindieron tributo este viernes a Antonio Guiteras y al venezolano Carlos Aponte en el aniversario 81 de su caída en combate, el 8 de mayo de 1935, en las inmediaciones del hoy Museo Memorial El Morrillo, situado en las márgenes del río Canímar, en la ciudad cabecera.
Ambos revolucionarios ocupan un lugar sa­grado en los corazones de nuestros pueblos y simbolizan la solidaridad y unidad entre la Patria de Martí y de Bolívar, aseguró la joven venezolana Aurora Rosa Hernández, integrante de la Brigada que lleva el nombre de los dos luchadores, al hacer uso de la palabra en la ceremonia de recordación.
Significó en síntesis las cualidades patrióticas de Guiteras de quien, dijo, representó el pensamiento antimperialista de su época y de­fendió la unidad de todos los cubanos contra la tiranía. De Aponte, exaltó su valor y espíritu solidario. Fue un revolucionario a tiempo completo, subrayó.
Durante la ceremonia, a la que asistieron además miembros de la brigada francesa de solidaridad Mario Muñoz, se recordó la presencia del Comandante Che Guevara, el 8 de mayo de 1959, justo en el obelisco que perpetúa la caída de los dos combatientes. La visita aquí del Guerrillero Heroico devino el primer homenaje a Guiteras y Aponte tras el triunfo de la Revolución.
El pueblo cubano supo cumplir con su memoria y hoy les ofrece en regalo esta nueva Cuba, que es la materialización de sus sueños, diría el Che dos años después al interpretar el legado de su ejemplo, uno de los tantos que marcan la unidad libertaria y de justicia de nuestros pueblos.
Gisela Álvarez, directora del Museo Me­mo­rial El Morrillo, rememoró la trascendencia cultural e histórica de la institución a lo largo de las últimas décadas, de vital importancia para las más nuevas generaciones, y explicó que la muestra del mes recoge precisamente fotos de la presencia del Che en ese sitio en mayo de 1959.
En el acto político-cultural se entregó la Medalla Carlos J. Finlay al colaborador internacionalista matancero José Caballero Ven­to, licenciado en Enfermería que combatiera la epidemia del ébola en África.
Olga Lidia Ramírez, integrante del buró provincial del Partido, sostuvo que todo lo hecho por Guiteras y Aponte fue en defensa de la causa de los humildes, razón por la que cada día su ejemplo se agiganta ante los ojos de los pueblos.
Destacó las actitudes, militancia política y sensibilidad de ambos luchadores, hombres de pensamiento y de acción, unidos en principio por el espíritu de rebeldía, patriotismo y los ideales antimperialistas.
Dianerys Ramos, especialista principal del centro, se refirió a la significación de aquel suceso y recordó las palabras del Che, en mayo de 1961. “…Somos también lo que que­ría Guiteras, somos el ejemplo que él soñó para la América entera, somos ese faro que alumbra a todos los pueblos…”.

Vimos a Fidel con una fuerza tremenda, afirmó Nicolás Maduro

Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, muestra a la prensa la foto del encuentro con el Líder Histórico de la Revolución Cubana  Fidel Castro Ruz, antes de su regreso a la patria, en el  Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana, Cuba, el 19 de marzo de 2016. ACN FOTO /Marcelino VÁZQUEZ HERNÁNDEZ/rrcc
Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, muestra a la prensa la foto del encuentro con el Líder Histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, antes de su regreso a la patria, en el Aeropuerto Internacional José Martí, en La Habana, Cuba, el 19 de marzo de 2016. ACN FOTO /Marcelino VÁZQUEZ HERNÁNDEZ/rrcc

Creado el Sábado, 19 Marzo 2016 20:58 | Jorge Legañoa Alonso | Foto Marcelino Vázquez

La Habana, 19 mar (ACN) Vimos a Fidel con una fuerza tremenda, como siempre, actualizado como el que más, afirmó en esta capital Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, momentos antes de partir de regreso a su país.
Acompañado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Maduro comentó a la prensa, en el aeropuerto internacional José Martí, que el líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz, lo recibió lleno de optimismo.
“Cuando llegamos estaba escribiendo unos artículos, corrigiéndolos; hablamos de su visión del mundo, del continente, su tremenda pasión por Bolívar, por la historia de la Patria Grande”, narró el mandatario.
Maduro mostró el contenido de una carpeta amarilla que traía entre sus manos con imágenes que testimonian su conversación con Fidel y lo escrito por este de su puño y letra: “Recuerdos de Marzo. Un abrazo para Cilia y Maduro”.
El Presidente bolivariano dijo que Fidel está atento a los planes de los 14 motores que se echaron a andar en Venezuela, en especial los referidos a la producción de alimentos, las nuevas técnicas, “la necesidad de hacernos independientes en la producción de semillas y muchas otras cosas de las que siempre está pendiente”.
“Como dice Dalia, su esposa, Fidel es el hombre más informado del planeta tierra”, bromeó Maduro.
Al referirse a la visita oficial de dos días que realizara a la Isla, reiteró que se marcha repotenciado, lleno de fuerza y optimismo.
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Fue una jornada extraordinaria: las conversaciones con Raúl, el recibimiento, los documentos firmados, los nuevos aspectos de la cooperación para el desarrollo compartido que hemos expuesto; fue muy emocionante porque nos mueve la pasión por la Patria Grande, destacó.
Recordó al líder bolivariano Hugo Chávez cuando en su primera visita a Cuba en 1994 dijo que el siglo XXI sería el siglo de América Latina y muchos pensaron que era un pensamiento audaz.
“El siglo XXI no puede ser el de los imperios, tiene que ser el del mundo multipolar, del mundo de paz, de respeto, del reconocimiento al derecho a la existencia de América Latina, del Caribe, de Cuba, de Venezuela, del ALBA; tiene que ser nuestro siglo y para que sea así hay que trabajar mucho, unirse, desarrollarse y caminar con pies propios”, subrayó Maduro.
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Antes de partir envíó un último mensaje al pueblo cubano: “Le dejamos nuestro amor, un saludo y el compromiso de siempre. Las gracias a Raúl y Fidel, continuaremos nuestro trabajo del 2016 al 2030, con nuevas metas, nuevos impulsos y con la misma visión profética de Chávez”.
“El siglo XXI será el siglo de Nuestra América, estoy seguro que llegaremos al 2030 más unidos que nunca, más prósperos y más felices. Gracias, Cuba”
“El siglo XXI será el siglo de Nuestra América, estoy seguro que llegaremos al 2030 más unidos que nunca, más prósperos y más felices. Gracias, Cuba”, concluyó.
Durante su visita a la mayor de las Antillas, Maduro pasó revista junto a su par cubano a la marcha del Convenio Integral de Colaboración y le fue impuesta la Orden José Martí, la más alta condecoración que otorga el Estado Cubano.
Al pueblo venezolano y su resistencia dedicó el mandatario bolivariano la Orden José Martí, que le fue impuesta el viernes por el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba.
Raúl le reiteró a Maduro la irrestricta solidaridad de Cuba con la Revolución Bolivariana y chavista y la unión cívico-militar del pueblo venezolano.
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Maduro dijo recibir la condecoración como un compromiso de lealtad a los ideales de los líderes Fidel Castro y Hugo Chávez, y a las “ideas gloriosas que han puesto de pie a nuestros pueblos” y repasó los hitos vividos por Cuba y Venezuela en las últimas dos décadas en la consolidación de la unidad latinoamericana, como la fundación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Petrocaribe y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que calificó como una nueva realidad que nadie podrá desconocer y que toca defender.
Acompañaron al Presidente durante su estancia en La Habana Cilia Flores, la primera combatiente; Delcy Eloína Rodríguez Gómez, vicepresidenta sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz y ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores, y otros funcionarios del gabinete presidencial.

En virtud de sus méritos, sus valores y compromiso con sus ideas y su pueblo

55798-fotografia-mPalabras de Homero Acosta Álvarez, Secretario del Consejo de Estado, en el acto de imposición de la Orden José Martí, a Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. La Habana, 18 de marzo de 2016, “Año 58 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Compañero Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela;
Compañero General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba;
Distinguidos miembros de la delegación venezolana;
Compañeras y compañeros venezolanos y cubanos:

Le conocimos primero como líder sindical y activista en la defensa de los participantes de la insurrección militar en 1992, cuando abrazó para siempre los ideales del Líder de la Revolución Bolivariana, el querido y siempre presente Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Luego se destacó como constituyente, parlamentario, Presidente de la Asamblea Nacional, Canciller, Vicepresidente Ejecutivo y ahora Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, responsabilidad desde la que continúa, con ejemplar consagración y en estrecha unidad con su pueblo y con la dirección cívico-militar de la Revolución, la inmensa obra de Chávez para hacer a su amada Venezuela una Patria digna, soberana, independiente, con equidad y justicia social, pacífica y solidaria; y a América Latina y el Caribe la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza, que por su libertad y gloria, como soñó el Libertador Simón Bolívar.
En ese colosal empeño usted, junto a sus compañeras y compañeros y a su pueblo chavista, enfrenta con valor, inteligencia y fe inquebrantable en la victoria, incesantes acciones desestabilizadoras y violentas de la oposición, incluyendo una brutal guerra económica y mediática, apoyada desde el exterior, así como circunstancias económicas internacionales muy adversas y actos de injerencia en sus asuntos internos, como la arbitraria Orden Ejecutiva que califica injustificadamente a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional de Estados Unidos.
La indestructible y excelente relación existente entre Venezuela y Cuba constituye un paradigma de vínculos fraternales, solidarios y mutuamente beneficiosos entre dos naciones indivisiblemente unidas por profundos lazos de amistad, afecto y respeto mutuo, forjados al fragor de los combates por la independencia en el siglo XIX y por la libertad definitiva en el siglo XX, así como por la comunión de ideas de nuestros líderes históricos.
En virtud de sus méritos, sus valores y compromiso con sus ideas y su pueblo, el Consejo de Estado de la República de Cuba, a propuesta de su Presidente, acordó otorgar la Orden “José Martí”, al compañero Nicolás Maduro Moros, primer Presidente chavista y obrero de la hermana República Bolivariana de Venezuela.
Reciba usted, Presidente Maduro, la más alta condecoración que otorga nuestra Patria, que lleva el nombre del Héroe Nacional de Cuba, apóstol de nuestra independencia y referente esencial de la libertad y el antimperialismo para Nuestra América.
Con este acto, el Gobierno y el pueblo cubanos reiteran su solidaridad incondicional con el Gobierno, el pueblo y la unión cívico-militar bajo su dirección; y la confianza en nuevas victorias de la Revolución Bolivariana, Chavista y antiimperialista, junto a la cual siempre estaremos.
Como en 1999, cuando el líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz colocó esta Orden en el pecho del Presidente Hugo Chávez, le pedimos a usted, continuador de la histórica tradición de hermandad y solidaridad entre Venezuela y Cuba, que la acepte como un gesto sincero de respeto y amor de todos los cubanos a usted y a su entrañable y heroico pueblo, y le reiteramos, como Martí, que nos consideramos hijos de Venezuela y estaremos siempre dispuestos a servirla.
Muchas gracias (Aplausos).

Palabras de Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en el acto de condecoración con la Orden José Martí

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Autor: Nicolás Maduro Moros | internet@granma.cu
18 de marzo de 2016 22:03:27
Foto: Marcelino Vázquez
(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
Querido compañero General de Ejército, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz;
Querido Comandante Fidel Castro, que nos escucha;
Compañeros del Gobierno Bolivariano, del Gobierno Martiano:
Hemos venido a esta visita de trabajo. Como decíamos en la madrugada al llegar, nos sentimos en nuestra casa, nuestra casa común de pueblos hermanos que han gestado una historia común heroica.
Nuestras delegaciones han revisado el camino de estos años y han diseñado la ruta y el camino de los próximos años y las próximas décadas. Por lo menos hemos visualizado los pasos que juntos vamos a dar desde el 2016 hasta el 2030, siempre viendo el siglo XXI como el siglo nuestro, ¡nuestro siglo!, como soñó Bolívar, como soñó Martí, el siglo de la independencia definitiva, de la identidad común americana, el siglo de la liberación de todas las formas de opresión que han existido, el siglo de la unión de nuestro Caribe y de nuestra América, el siglo de la felicidad y el derecho al futuro. Así lo vemos.
Han sido pasos que se han dado en todos estos años, recobrando la huella de los que nos fundaron. El primero de ellos Bolívar, quien siempre soñó con una Cuba libre. Fueron varias las oportunidades en que nuestro Libertador preparó los planes para venir a liberar a Cuba y a Puerto Rico, y quedó pendiente en la agenda del libertador Simón Bolívar, de las luchas futuras, luego de que él rindiera su vida, la agenda pendiente de la liberación de Cuba, Cuba, la amada Cuba de siempre.
Hemos retomado los caminos de Martí, quien logró sintetizar de manera única los anhelos de libertad, del derecho a la independencia del pueblo cubano y del pueblo de nuestra América de entonces. José Martí fue el más grande bolivariano del siglo XIX que haya conocido nuestras tierras. Fue el intérprete fiel del espíritu genuino del Libertador. Fue a buscar en 1881 su palabra, su espíritu, y llegó a Caracas —como todos sabemos— y antes de ir a descansar y aún conservando —como dice el testimonio— los polvos de los caminos fue a rendirle honores a quien consideraba también su padre, Simón Bolívar. Símbolos de la historia que van marcando una ruta, que nos van obligando en la raíz de la profundidad de nuestra humanidad a andar juntos, como hemos andado en los años de este siglo.
Bolívar, Martí, los dos buscaron lo mismo: uno Libertador del inicio del siglo XIX, comandó ejércitos, hombre de guerra; Martí, hombre de letras, quien se fue también a la guerra y terminó en la posteridad como un inmortal libertador de nuestra América, así lo reconocemos los venezolanos. A Martí lo reconocemos como uno de nuestros libertadores del siglo XIX, fiel compañero del pueblo cubano, y decir Martí es decir Maceo, es decir Máximo Gómez, es decir el pueblo.
Recibir esta condecoración, la cual acepto, aunque personalmente no merezco todavía, la recibo como un compromiso, un compromiso de lealtad a los ideales de los fundadores, de lealtad a Fidel y a Chávez, de lealtad a las ideas gloriosas que han puesto de pie a nuestros pueblos para que sean pueblos dignos, respetados hoy por hoy por la humanidad entera. Cuba, la de Fidel, la de la Revolución, Cuba la de Siempre, y Venezuela, la de Chávez, la de Bolívar, dos caminos que nos encontramos siempre, nos buscamos durante mucho tiempo, todo el siglo XX, plagado de invasiones, de dictaduras imperiales en Cuba, en Venezuela.
Aún se recuerda cuando las campañas de la Sierra Maestra y la lucha revolucionaria del Movimiento 26 de Julio, de los ángeles barbudos que llegaron a la montaña y luego bajaron de la Sierra a llevar libertad, dignidad e independencia al pueblo de Cuba, aún se recuerda la campaña surgida de los barrios de Caracas, de los campos de Venezuela: “Un bolívar para la Sierra Maestra”. ¡Qué admiración tan grande!, se despertó de manera natural, genuina, espontánea en el pueblo venezolano, en la Fuerza Armada de entonces, que había despertado de una larga dictadura y tenía un liderazgo que buscaba encontrarse con el pueblo, en aquel año 1858.
Se encontraron nuevamente los caminos, aún se recuerda la llegada del Comandante victorioso Fidel Castro Ruz, aquel 23 de enero de 1959, y el recibimiento en las calles por parte de los habitantes entonces de los barrios de Caracas, de la juventud revolucionaria de entonces, y de cómo el discurso dado por Fidel Castro en la Plaza O’Leary del centro de Caracas, de El Silencio, como marcó a varias generaciones de revolucionarios, de patriotas entonces. Se recuerda a Fidel y su reivindicación de Bolívar y su visión clara siempre del papel que le iba a corresponder a Venezuela en la hora de la gloria, para despertar nuevamente el ímpetu independentista y la fuerza revolucionaria en nuestros tiempos. Como un profeta le habló al tiempo, 23 de enero de 1959.
Luego los caminos se separaron nuevamente. Cuba hizo su auténtica Revolución, con sus aciertos y con su fuerza propia. Cuba construyó su propio camino, su propio modelo. Cuba rescató su identidad, esa hermosa cubanía que hoy llevan con orgullo a cualquier lugar del mundo los cubanos, sintiéndose auténticamente miembros de esta tierra sagrada. A Venezuela le tocó un camino tortuoso, difícil, muy complejo, hasta que surgió esa fuerza inaudita de la historia del liderazgo que abrió el camino del siglo XXI venezolano: Comandante Hugo Chávez y el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200.
No es casualidad, dirían algunos, que precisamente con el surgimiento del liderazgo bolivariano del Comandante Chávez, el proyecto revolucionario y el Proyecto Nacional Simón Bolívar, avanzáramos hacia un reencuentro de la historia, hacia una retoma de la huella fresca, de la huella original que fundó nuestra identidad y nuestro derecho a ser: Bolívar y Martí.
Llegó el día, luego de los tiempos de rebelión de 1992, un 14 de diciembre de 1994 tocó tierra cubana el Comandante Hugo Chávez Frías, lo esperaba en la escalerilla del avión otro Comandante que había pasado por todas las batallas del siglo XX y que había levantado a Cuba con su dignidad en la primera línea de la verdad del mundo: Fidel Castro Ruz; se dieron un abrazo. Era un anoche fresca del 14 de diciembre de 1994, y ese día se reencontraron todos los caminos de las luchas, de los sueños, de los anhelos, de las esperanzas; ese día sellaron el comienzo de un nuevo pacto que hoy llevamos, un pacto de sangre, de amor, de vida y de verdad, que es el pacto de la unión de Cuba y de Venezuela y que yo llevo ahora en esta medalla (Aplausos); que llevo ahora aquí (Señala).
No son dos días, nuestra unión viene del amor, de la hermandad, de los sueños de grandeza, por la igualdad, por la justicia, por la independencia. Nuestro amor viene de la identidad, del encuentro de dos pueblos que tenemos dos historias heroicas; nuestro amor viene de la verdad. Nosotros no andamos fingiendo conductas, ni sonrisas ni saludos, nosotros nos abrazamos de verdad, con confianza porque somos hermanos, y sabemos que detrás de un abrazo lo que viene es la sonrisa y no un puñal.
Nosotros, Cuba y Venezuela, con Fidel y con Chávez, logramos construir este camino que ya se va haciendo extenso, intenso, largo; 1994, cuántas cosas han pasado desde entonces, cuántas luchas hemos dado. Cuba perseguida por un bloqueo infernal; Venezuela sometida a todas las formas de amenazas internas y externas, y aquí estamos, de pie, como siempre vamos a estar en los años que están por venir. Ya no podrán desaparecernos, como dijo Lula en estos días ante la persecución a la que están siendo sometidos él y la presidenta Dilma; ya no podrán de desaparecernos, ya no habrá Plan Cóndor que pueda con nosotros, somos una realidad, una hermosa realidad.
Diez años después, 14 de diciembre del año 2004, aquel Comandante que llegó y abrazó en unión a la Cuba revolucionaria y el período especial de 1994, ya vino Hugo Chávez, junto a Fidel Castro a fundar un sueño quijotesco: la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América. Semanas después se fundó PETROCARIBE, dos motores —ALBA-PETROCARIBE— para lo que vino después, un proceso histórico de surgimiento, consolidación de nuevos liderazgos, un proceso histórico de surgimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, del UNASUR; un proceso histórico del surgimiento de una nueva realidad, de una nueva geopolítica que nadie podrá desconocer, pero que tenemos nosotros, los pueblos de Cuba, de Venezuela, la juventud de Cuba y de Venezuela conocer, reconocer y defender, nos toca a nosotros, y les toca sobre todo a las generaciones del futuro, estar claros de los caminos andados por todas las generaciones y los héroes que han acumulado nuestras luchas, los mártires que han acumulado nuestras luchas y tomar siempre firmes esa bandera hermosa que ondea, estas banderas de Cuba y Venezuela que están ondeando unitarias, esperanzadas en los tiempos por construir.
Tengo que agradecer, a nombre de la delegación del gobierno bolivariano y revolucionario, a nombre del pueblo de Venezuela esta condecoración que de verdad es para el pueblo heroico de Venezuela que ha batallado, que no se rinde, que no descansa y que enfrenta mil formas de guerra no convencionales.
Realmente, esta fuerza de Martí, de una Cuba digna, firme y de pie, se la llevo al pueblo de Venezuela como condecoración a su heroicidad, a su lucha, a su amor, a la lealtad compartida por todos estos años históricos, hermosos y heroicos que hemos vivido.
Recientemente revisábamos algunos documentos históricos del Libertador y encontrábamos una carta —camarada Alí Rodríguez, embajador, comandante Alí—, fechada el 13 de abril de 1823, estaba el Libertador en el sur, en Guayaquil, y le escribe una carta al entonces Presidente del Perú, al pasar los meses sería llamado el Libertador a Lima con sus tropas, para echar los reductos del ejército imperialista de la colonia española entonces, y el Libertador le escribe al Presidente de entonces, Riva Agüero y le dice: He enviado delante a Sucre —Antonio José de Sucre—, el Libertador había pensado años antes mandar a Sucre al frente de las tropas que iban a venir a Cuba. Seguramente Sucre soñó con llegar a La Habana en esta misión libertadora. Y le dice el Libertador Simón Bolívar el 13 de abril de 1823 al Presidente del Perú entonces: He enviado a Sucre que es el mejor general que jamás ha parido Venezuela, hombre forjado en la Revolución, en la guerra, pero hombre experto en la paz. Yo quisiera —le dice el Libertador— que lo emplearan a fondo para ver si por medios pacíficos podemos lograr el retiro definitivo, sin más guerras, de las tropas españolas, pero previendo que no fuera así, mandamos 4 000 hombres y tengo preparados 4 000 más a la espera de pertrechos y caballos para andar sobre Lima y expulsar al imperio español.
Bolívar, con gran sentimiento y sentido aportaba a la paz y a que el imperio de entonces reconociera la fortaleza de lo que ha éramos, hombres libres, mujeres libres, patrias nacientes. Para entonces, bueno, el imperio español, quizás la lejanía, si hubiera tenido Internet quizás hubiera entendido más rápido qué estaba sucediendo en Suramérica. No fue así, pero entonces Bolívar le dice: En cualquier circunstancia y si fuéramos obligados a utilizar la fuerza, en cualquier circunstancia el amor por la patria vencerá.
Yo creo, lo siento y sé que nuestro pueblo también lo siente, sobre todo al frente de un hombre como Raúl, General de Ejército, combatiente de tantas batallas de dignidad de nuestra América, en cualquier circunstancia el amor por la patria vencerá, el amor por nuestra América vencerá, el amor por Cuba vencerá, el amor por Chávez vencerá, el amor por Fidel vencerá, el amor por Venezuela vencerá; en cualquier circunstancia nuestros pueblos llevarán esta marca heroica de Bolívar y de Martí y en cualquier circunstancia nuestra causa vencerá. Así lo creo.
Muchas gracias, Cuba.
¡Viva Cuba! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Viva Venezuela! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Viva Bolívar! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Viva Martí! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Viva Fidel! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Viva Chávez! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Hasta la victoria siempre! (Aplausos.)

Recibir esta medalla es un compromiso de lealtad

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue condecorado con la Orden José Martí, la más alta que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba
Autor: Laura Bécquer Paseiro | internacionales@granma.cu
19 de marzo de 2016 02:03:22
Foto: Estudios Revolución
El presidente de Venezuela, Nicolás Ma­duro, fue condecorado este viernes con la Orden José Martí, la más alta que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, en ceremonia presidida por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Gene­ral de Ejército Raúl Castro Ruz.
Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, destacó la trayectoria revolucionaria de Maduro desde sus tiempos de líder sindical has­ta su actual posición como presidente de la Re­pública Bolivariana de Venezuela.
Recibir esta medalla es un compromiso de lealtad con los fundadores de nuestras pa­trias, con Fidel y Chávez y nuestros pueblos gloriosos, señaló el estadista venezolano al recibir la distinción.
En su discurso realizó un recorrido histórico de los nexos bilaterales poniendo especial énfasis en el 14 de diciembre de 1994, cuando el líder bolivariano, Hugo Chávez, visitó nuestro país por primera vez y fue recibido por el Coman­dante en Jefe Fidel Castro.
Ese día se selló el comienzo de un nuevo pacto, de sangre, de amor, de vida, que es el pacto de la unión de Cuba y Venezuela, expresó Maduro quien agregó que ambas naciones siguen de pie.
Antes de recibir la Orden José Martí, Ma­duro y el Presidente cubano presenciaron la firma de varios acuerdos bilaterales que simbolizan la determinación de profundizar los vínculos co­merciales y de colaboración entre ambas naciones.
El Jefe de Estado sudamericano rindió ho­menaje al Héroe Nacional José Martí en el Memorial erigido en la Plaza de la Revolución y recorrió el recinto junto al primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Allí, mostró especial interés en la réplica de la espada del Libertador Simón Bolívar que Chá­vez le regaló a Fidel.
Maduro y la delegación que le acompañó vi­sitaron en el Memorial la exposición foto­gráfica del periódico Granma, la cual resume en 55 instantáneas las últimas cinco décadas de la historia de nuestro país.
“Hemos venido a honrar a José Martí y llenarnos de su fuerza para continuar la gran batalla por la dignidad y la independencia de Nues­tra América. Decir Martí, es decir Bolívar, es decir compromiso eterno con la identidad hermosa de nuestra Patria Grande. ¡Qué viva Bolí­var! ¡Qué viva Martí! ¡Qué viva Fidel! ¡Qué viva Chávez!”, escribió el Presidente en el libro de visitantes de la institución.
La directora del Memorial José Martí, Hay­dée Díaz Ortega, le entregó al mandatario las Obras Completas del Apóstol.
La comitiva venezolana estuvo integrada tam­bién por la Primera Combatiente, Cilia Flo­res; la vicepresidenta de Soberanía Política, Se­guridad y Paz, y canciller, Delcy Rodríguez; así como otros miembros de su gabinete
Nicolás Maduro Moro, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela acompañado de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, puso una ofrenda floral en la base del Monumento a José Martí y recorrió el museo acompañado además de la delegación que le acompaña.
Foto: Juvenal Balán
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